Cuento corto.

Erase una vez el pajaro màs hermoso de toda la tierra, que vivía en el más hermoso bosque, tierras de un antiguo rey. Rey que entregó uno de sus reinos soló por tener la a dicha ave y su belleza. 

Pajaro como aquel no tenia igual sobre la tierra. Por tal motivo su jaula era la mas bella

enchapada en oro, con piedras preciosas. Así en el primer año el rey pasaba día y noche contemplando al dichoso pajaro pero, sus consejeros le dijieron que descuidaba sus reinos. 

El rey visitó cada vez con menos frecuencia el ave hasta que un dia sintió una mirada de reclamo en éste. Mirada que él entendió como reclamo -"por què ya no me visitas?"- y aunque el reclamo realmente era -"por què me tienes encerrado?-  después de un tiempo el rey se aburrio pues el pajaro no era el mismo que estando libre. Sin embargo le pertenecia.

Finalmente el ave se vio abandonada, sin entender nunca porque sin ser de nadie debió permanecer atado para recrear a alguien.

Tiempo mas adelante un súbdito liberó al cautivo. El rey enfureció, aunque luego de un tiempo poco le importó porque aquel ave volvio a ser ilbre recuperando su belleza natural y a pesar de ya no cumplir los deseos de su egoismo le seguia recreando.